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Laura Casabé: foco y seminario para conocer a una de las grandes directoras contemporáneas

La directora y guionista presentó La virgen de la tosquera en un aula magna llena de estudiantes, acompañada por sus actrices protagónicas, y brindó una masterclass.
Laura Casabé: foco y seminario para conocer a una de las grandes directoras contemporáneas

En diálogo con la diseñadora audiovisual y directora de fotografía Laura Gismondi, la cineasta argentina Laura Casabé subrayó la relevancia del fomento y la educación pública en la formación de nuevos realizadores y alentó a defender las historias propias sin comparaciones externas.

La película, con guion de Benjamín Naishtat, surge de la fusión de dos relatos de Mariana Enríquez incluidos en el libro Los peligros de fumar en la cama, “La virgen de la tosquera” y “El carrito”. Casabé explicó que la obra busca trasladar al cine de terror experiencias personales y colectivas y explorar la sensación de desamparo y vacío que marcó el inicio de la vida adulta para su generación. “El carrito es un cuento que para mí era una suerte de alegoría del 2001. Era esa sensación”, afirmó la directora.

Durante la conversación, Casabé contó que su inspiración proviene de su vínculo con la literatura de género y el terror, así como de la influencia de autoras como Enríquez, a quien conoció por recomendación de una amiga. La directora destacó el uso de la mitología local y el territorio argentino en los relatos de la autora argentina, señalando que hasta ese momento no existía una tradición consolidada de terror en la literatura ni en el cine nacional. “Encontrar a Mariana Enríquez con esa vertiente medio stephenkingiana que tiene, fue como quedar absolutamente imantada”, expresó.

El proceso creativo incluyó reuniones con Enríquez para obtener su autorización y compartir visiones sobre el género. Casabé relató que la colaboración se vio enriquecida por afinidades generacionales y cinematográficas, así como por el deseo de retratar la juventud y la amistad femenina desde una perspectiva de aquelarre. La directora remarcó la intención de plasmar en la pantalla la angustia de una época marcada por la inestabilidad y la falta de futuro, utilizando el terror como vehículo para representar esa “maldición” social.